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Articulos El Guerrero 8 noviembre, 2021 (Comentarios desactivados) (273)

La violencia política de género

Mayra Martínez Pineda

En un país sumamente machista, hemos tenido que lograr muchos derechos a la fuerza, han tenido que salir las mujeres a las calles, a las plazas, desde las fábricas y desde lo propios hogares a defenderlos; no fue nada sencillo, pero lo más triste es que es sumamente reciente, ni nuestras madres ni abuelas, los disfrutaron a plenitud, y tampoco es que ahora lo tengamos sencillo.

Lo más importante es hacer visibles esos derechos, que son derechos humanos y que en suma son los mismos que ellos tienen, no hay nada nuevo, sólo evitar la desigualdad y la DISCRIMINACIÓN, lo pongo en mayúsculas para hacer constar el origen del problema, esta discriminación dada por un pensamiento arcaico que considera menores a las mujeres, incapaces, que daña y debe ser inaceptable.

Lo que le sucedió a la diputada Estrella Bernal en tribuna, puede tener explicaciones diversas, es humana, y a lo largo de muchas legislaturas en el ejercicio de la función pública y como académica, he visto que para muchas personas el hablar o leer en público, no es tan sencillo, son retos a vencer en el dominio de la escena.

Lo que no podemos dejar pasar es la manera despiadada en la que se hizo viral su participación, sin darle lugar a defensa o explicación alguna, pasaron a un linchamiento colectivo, y fueron de los señalamientos a su falta de preparación hasta los insultos misóginos, e incluso a los llamados “memes” que sólo auspician ataques a la dignidad de persona y que nadie repara en la regresión a faltas de respeto, considerando el respeto como principal valor entre quienes nos preciamos de ser parte de una civilización.

El escrutinio público, la libertad de expresión, la exigencia de representantes con capacidad para los encargos no está en tela de juicio ( y ahí debiera estar el grito inconforme para todas y todos, pues es la propia Constitución Mexicana el filtro, y para efectos sólo refiere en lo general a la edad y nacionalidad, no habla sobre nada más).

Lo que hoy quiero puntualizar es esa delgada línea que justifican como todo ello, y en la que se sigue encerrando la violencia política, por razones de género, hacia las mujeres en la vida pública,  porque nunca como ahora, se ha desprestigiado tanto a las mujeres que ocupan los lugares que antes, eran sólo de hombres, y ninguno de ellos fue un pro hombre, sin defecto alguno, tribunos excelsos, ninguno perdió la cordura y fue exhibido llamándole “loco”, a ninguno le exigieron mínimo una maestría para representarnos ni hay dudas de cómo llegaron al poder, como si por sí mismas las mujeres que ya lo tienen, no lo hubieran logrado, y hablo por todas las décadas, porque tratándose de mujeres, yo sí tengo convicción de género y saldré a defender los derechos de TODAS, sin importar, ni mediar, la causa es la misma, no nos equivoquemos, o traicionamos la memoria de las que nos enseñaron que el patriarcado nos quiere separadas.

Lo sucedido a ella, y a muchas hoy en día, es violencia política de género, lo es, y lo puedo discutir con Ley en mano y el grado de maestría, junto a la tesis que realicé sobre la materia, la reconozco cuando la veo, la leo, la escucho, la siento, por parte de aquellas personas que aún siguen justificando los ataques a las mujeres en la vida pública.

Personas que aún siguen escudándose en pretextos cuando de minusvalorizar las capacidades, la imagen, se trata y apelan…  “No es a ella por ser mujer, es porque se equivocó, lo mismo hubiéramos hecho también con cualquier hombre”, dicen y pregunto: ¿Por qué no lo hicieron? Ya ha pasado antes con muchos de ellos, y si lo hicieron fueron menos agresivos, ¿será por ese respeto o miedo que infunde el género masculino asociado a una figura de poder? ¿Y qué no es el mismo que tiene una mujer y en este caso, una mujer joven? No olvidemos que el pueblo la eligió, y en ello, tienen el mismo valor. Para mí el rasero si es igual, se trata de una mujer, pudo pasarle a muchas otras, no importa el origen partidista, hay que observar como la sociedad reacciona tan pronto en contra de mujeres y las tilda de incapaces, de locas y hasta de analfabetas, estos insultos reflejan la intención de intimidarlas, hostigarlas, deshonrarlas, desacreditarlas, perseguirlas, acosarlas y hasta amenazarlas para impedirles el desarrollo propio a la vida política o el acceso a derechos y deberes políticos, y no lo digo yo, lo dice la LEY. Y eso es, violencia política por razones de género.

*Abogada feminista, activista, Maestra en Prevención de Violencia de género por la Universidad de Salamanca, España. ex secretaria de la Mujer en Guerrero.