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Articulos El Guerrero 16 noviembre, 2021 (Comentarios desactivados) (469)

¡Hablemos del mansplaining!

Mayra Martínez Pineda

A menudo es necesario nombrar las formas en las que las mujeres podemos ser discriminadas, es importante saber que el problema de la violencia de género tiene su origen en ello, en esa idea que aún tiene mucho arraigo, sobre todo en personas con prejuicios y con resistencias a cambios que generan igualdad, en la que las mujeres no deben realizar otras acciones porque no pueden ser capaces, o definitivamente romperán el equilibrio de la sociedad basada en un modelo de subordinación de ellas a ellos.

El término anglosajón mansplaining, es utilizado para referirse a la práctica en la que un hombre suele explicarle a una mujer de una forma que considera a su nivel, porque para él, ella no sabe, no entiende como él, por ser mujer, esta forma de discriminación es tan común y pasa inadvertida, se naturaliza, que hace que muchas mujeres duden de sus propias capacidades, se autolimiten y ello se reditúa en excesos de confianza de los hombres que están a su alrededor y que gozan de un elevado sentimiento de superioridad ante ellas.

Temas relacionados a tecnologías, ciencias, política, medicina, autos, caballos; oficios que se estereotipan sólo para el género masculino, aún son monopolio patriarcal y alguno hombres insultan la inteligencia de mujeres brillantes, tratando de explicarles como si no entendieran, o no fuesen capaces de comprender el hecho, lo llegan a hacer hasta de una forma ridículamente paternal, como si se condolieran y en un acto de buena fe, le dieran a una mujer conocimiento muy arriba de las expectativas que pudiera ella tener.

La escritora Llily Rothman lo definió por primera vez en el periódico The Atlantic, apenas en 2016, porque es tan reciente que levantemos la voz, ante prácticas misóginas tan añejas, pero vamos dándole nombre a estas prácticas que van en detrimento de nuestros derechos, no por ser mujeres, por ser personas, así de sencillo; para acusarlas, tipificarlas y erradicarlas.

La intención que encierra esta práctica es malsana, es herir la autoestima de quién escucha, se puede dar entre todos los géneros, pero ha sido una forma muy clara en la que hombres machistas suelen tratar a las mujeres.

Cómo evitarla es el reto, eliminar los sexismos interiorizados es importante, ninguna mujer por el hecho de ser mujer tiene límites en la inteligencia, podemos no saber del tema, pero la manera en la que conocemos todas las personas nuevas cosas, es mediante el diálogo y la retroalimentación; no mediante explicaciones que podrían ser catalogadas de tratar de hacernos sentir inferiores.

Una mujer al frente de responsabilidades o en actividades consideradas por estereotipo para hombres, será víctima de mansplaning, por ello debemos estar alertas, comunicar el hecho si lo detectamos y tratar de incidir en programas de reeducación a hombres que constantemente suelen perpetuar esta violencia de género silenciosa pero que afecta. La igualdad es un asunto de respeto, comencemos por no vulnerar la dignidad de ninguna.

Si crees haber sido víctima de mansplaning, háblalo con otras mujeres y busca apoyo en las unidades de género de instituciones o en los centros de atención a mujeres víctimas de violencia, pueden encuadrarse estas acciones en la tipificación que la ley considera como violencia psicológica como una descalificación a su valor, hace falta mucho aún en el trabajo de legislar con perspectiva de género.

¡Avancemos hablando del mansplaning!