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Articulos El Guerrero 3 diciembre, 2021 (Comentarios desactivados) (236)

El pueblo de Lucio Cabañas

Sergio Lugo

Lucio Cabañas Barrientos murió en combate el 2 de diciembre de 1974, en El Otatal, Tecpan de Galeana; y en este mismo mes se celebra su cumpleaños, él nació en Atoyac de Álvarez, Guerrero. Es uno de los guerrilleros más queridos de México.

El profesor fue egresado de la escuela normal rural de Ayotzinapa, ahí tuvo su formación política socialista, para siempre pensar en el pueblo, en plural. Entabló contacto con el Partido Comunista.

Mi paisano, el profesor Servando García Pérez estudió en esa normal de Tixtla, y me cuenta: “La generación de Lucio Cabañas era de 1956 a 1962, pero no terminó con su generación, se retrasó un año porque cumplió su comisión como secretario general de la FECSM, por eso al regresar a terminar su grado de 3 profesional lo hizo en mi generación de 1957 a 1963. Fue un compañero sencillo, estudioso, honesto y democrático. Terminó su carrera como profesor rural y trabajó sus primeros años frente a grupo”.

La lucha de Lucio primero fue pacífica, pero todo cambió cuando el gobierno hizo una matanza en un mitin en mayo de 1967, es ahí cuando el profesor se va a la Sierra, y crea su guerrilla llamada el Partido de los Pobres (PDLP), y por medio de su Brigada Campesina de Ajusticiamiento, combatió a los caciques represores.

Recomiendo el libro Guerra en el paraíso, de Carlos Montemayor. Así como el documental La guerrilla y la esperanza, de Gerardo Tort. Y Guerrero: memoria y verdad, del Canal 6 de Julio. Ahí podemos constatar que él como profesor era un dirigente social y supo comprender el lenguaje del pueblo, su forma de vivir y sentir, por eso sabía cómo hablarles, más allá de la teoría política, él lo llevó a la práctica, es así como obtuvo el respaldo del pueblo para su movimiento.

Sin embargo, hubo muchas delaciones, varios compañeros traicionaron y se fueron con el PRI.

Durante los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz (1964 a 1970) y Luis Echeverría Álvarez (1970 a 1976) enviaron alrededor de 25 mil soldados a Guerrero, para exterminar las guerrillas de Genaro Vázquez y, sobre todo, la de Lucio Cabañas.

Se intensificó cuando el Partido de los Pobres secuestró el 30 de mayo de 1974 al senador Rubén Figueroa Figueroa, candidato a la gubernatura del estado por el PRI.

El gobierno mandó encarcelar y torturar a campesinos, a cientos los desaparecieron, los arrojaban vivos al mar de Acapulco. En el documental El señor gobernador, de Jean Emile Jeannesson, podemos constatar la clase de grotesco que era el cacique mencionado.

En el documental El edén bajo el fusil, de Salvador Díaz y Pedro Reygadas, aparece un ex militar que da testimonio de cómo lo enviaron a combatir a las guerrillas de Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, como infiltrado y como combatiente.

Narra: “Lucio le hizo tres emboscadas al Ejército y (después), la Defensa Nacional fue que mandó… a las zonas militares para que todo el personal fuera a perseguir a la gavilla de don Lucio… Se movieron siete batallones por todos lados de la Sierra… para según exterminar la guerrilla… fue cuando se mandaron tanques de guerra… (para Atoyac), los aviones…”.

Varios familiares de Lucio Cabañas fueron perseguidos. “Mis hijos lucharon por el pobre… por eso estoy orgullosa de haberlos parido… voy a morir sola, pero eso sí, ante ningún desgraciado me humillo”, sostuvo Rafaela Gervasio Barrientos, madre de Lucio Cabañas, quien estuvo presa en el Campo Militar Número 1 por un año y diez meses.

“Resulta que antes de que Genaro (Vázquez) se viniera al monte, y antes de que estuviéramos nosotros aquí, pasó la matanza de 18 campesinos en Tierra Caliente… la masacre de estudiantes y campesinos en Chilpancingo, por la lucha contra (Raúl) Caballero Aburto… Nosotros venimos por aquello, porque viene el gobierno a asesinar… es que nosotros nos venimos contra eso…”.

“Ahora nos toca a nosotros vengar al pueblo, cuando nos matan al pueblo, hay que matar enemigos del pueblo…”.

“Subí a la Sierra, mejor dicho, me echaron al monte el 19 de mayo de 1967. Me fui porque si me quedaba me mataban. La vida vale mucho y jamás me hubiera perdonado el caer muerto a lo pendejo, sin haber hecho algo por los pobres”, explicó el guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.