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Articulos El Guerrero 18 enero, 2022 (Comentarios desactivados) (275)

Las mujeres de Ocotequila, Guerrero

Mayra Martínez Pineda

En la primera semana de enero del año 2022, sucedió… Sí, la primera, esa en la que los propósitos fluyen y pareciera que el mundo avanza y cada vez estamos más cerca de los objetivos que la ONU ha trazado y que los estados miembros suscribieron para mejorarnos como humanidad; los objetivos 2030, ahí en el quinto, se habla de la igualdad, de la perspectiva de género y de derechos humanos; pero la realidad nos da golpes muy fuertes para entender que esta carta de buenas intenciones, así como los tratados, convenciones y nuestras propias leyes, sencillamente no llegan a todas; no es lo mismo ser mujer en un territorio más igualitario, a ser mujer en un lugar donde el tiempo, de manera arcaica se detiene, en el pensamiento retrógrada de hombres que consideran que las mujeres de una comunidad no pueden participar en la actividad pública, por una razón, por ser mujeres. Eso sucedió en Ocotequila.

Ocotequila es una comunidad en la región de La Montaña de Guerrero, municipio de Copanatoyac, que se rige por normatividad jurídica indígena, lo que da la potestad a tener usos y costumbres, esa mañana de enero de 2022, en que fue convocada la población a elecciones para comisariado, acudieron algunas mujeres, y no les permitieron votar, por increíble que parezca, a más de 60 años de ser legal el derecho a votar y ser votadas en México, lo cual tampoco es un orgullo, ya que da cuenta de cómo muchas mujeres de aquellas generaciones padecieron esta restricción por razones de género… Así, sin más, los partidos políticos con sus candidatos se pusieron de acuerdo: “las mujeres no votan” ¡Un absurdo que mujeres valientes no iban a permitir!

Ahí se apersonaron ellas, es su derecho, lo dice la Constitución Mexicana, pero se les negó, a esta fecha las autoridades electorales, el Congreso local, los colectivos y activistas feministas nos hemos pronunciado por la reposición de sus derechos y nuevos comicios, el cumplimiento de los partidos políticos con los principios rectores de las leyes electorales vigentes; entre ellos la igualdad, incluso la paridad en las convocatorias, el gran obstáculo es sin duda, y en varios temas adyacentes, los usos y costumbres de origen patriarcal.

Es tiempo ya de incidir en revisar estos postulados que siguen anclando los derechos humanos de muchas mujeres indígenas, de abrir el diálogo con ellos y por ellas, de tener la valentía para exigir igualdad, no permitir que los objetivos del 2030 tengan sesgos que no incluyan a las mujeres que más lo necesiten, ellas nos pusieron el ejemplo, ellas con su dignidad nahua fueron a exigir lo que les corresponde, no hay un mundo paralelo para ellas, en donde sean invisibles y otras avanzando; debe ser uno e igualitario, y que realmente ninguna se quede atrás.

* Maestra en Prevención de Violencia de género