Mayra Martínez Pineda

Guerrero es la octava entidad en el país en abrir la posibilidad de un aborto libre, en hospitales públicos y privados, sin que medie la narrativa de necesitar una intervención del Ministerio Público y peritaje que validen las excepciones de la interrupción legal del embarazo que ya existían.

Esta misma circunstancia de que el aborto ha sido despenalizado ha ocurrido ya en Ciudad de México, Oaxaca, Baja California, Sonora, Colima, Veracruz e Hidalgo.

En Guerrero la iniciativa fue principalmente promovida por el partido Morena, sumada por la Comisión de Igualdad de Género del propio Congreso del estado.

Las principales impulsoras han sido las feministas guerrerenses, agrupadas desde hace muchos años para ello.

El tema no ha sido sencillo, hay una gran mayoría de personas que no está de acuerdo con esta acción y que pertenece a las distintas religiones activas en la entidad.

Sólo 30 votos tuvo esta iniciativa a favor del aborto libre, 13 votos fueron en contra, una abstención y un voto nulo de las diputadas y diputados que integran la legislatura actual.

Pese a que representan al pueblo guerrerense, en realidad para todas las iniciativas, influye mucho su propia convicción a la hora de votar y la ideología del partido que representan; en un Congreso suceden muchas cosas, desde quiénes redactan las iniciativas que casi nunca son las y los integrantes del Congreso, porque ni lo saben hacer, ni están en obligación (que deberían), sino sus asesoras o asesores, hasta quienes liderean las bancadas o presiden las Comisiones para cabildear y lograr los consensos que buscan mayorías y entonces se atiende y se convierte en ley, si no hay interés, o afecta, desestabiliza o puede generar enconos o un costo electoral, sencillamente no pasa, se va a la “congeladora legislativa”. Eso pasó durante 15 años en la entidad sobre este tema, siempre fue delicado, hay un desánimo tal en los grupos denominados pro vida que son muy extensos incluso en el país; que se votó en secreto, con ese temor no sólo a recibir el rechazo de la iglesia, sino también el escrutinio del pueblo, por su postura a favor o en contra, si es el mismo pueblo quien los puso ahí, es entonces deber cívico ser firmes, sin temor, sea cual sea su postura. Es un derecho humano no discriminar ni menos perseguir a alguien por sus ideas. Algunas diputadas fueron más valientes, tanto para promover la acción como para defender estar en contra. Es un país que debe mantener la libertad de expresión y la de culto, la laicidad de acuerdo a lo que ya nos rige, que son leyes hechas para mejorar la convivencia.

Aquí observo situaciones importantes, de entrada ahora será crucial saber cómo el estado va a asegurar que los hospitales sigan los protocolos adecuados, se les dote de material, de especialistas, si en las comunidades más alejadas no tienen ni lo indispensable para atender los padecimientos más sencillos, cómo el Congreso y el gobierno harán su parte, qué política pública reforzará las Secretarías de despacho que están obligadas para prevenir el embarazo, la violencia sexual, el matrimonio infantil, entre otros, que son el origen de estos abortos, así como la pobreza de muchas mujeres que incluso deseando ser madres, no lo harán por este lastre.

Y lo que objetivamente es más preocupante, con o sin aborto libre, hay impunidad, la Fiscalía y el Poder Judicial tendrán que reforzar la sensibilización en la cultura de la denuncia y la judicialización de la violencia sexual, ya que no se obliga ya a dar parte a un Ministerio Público. Es adecuado no retrasar la justicia para una niña, por ejemplo, atenderla, pero no dejar libres a los agresores. La dilación de ambas situaciones tiene resultados fatales.

Muchas niñas son violadas en su propia casa por familiares, será importante no bajar la guardia.

En muchos hospitales es poco el personal que practica la interrupción legal del embarazo, antes de ser abierta, ésta era una situación ya muy visible, la objeción de conciencia es válida, por lo tanto, será urgente diseñar una estrategia que permita en la generalidad al personal médico sentirse conforme.

Los derechos humanos serán siempre progresistas, este tema ni es nuevo ni es sencillo, se puede estar a favor o en contra, pero es también derecho de cada persona manifestarlo. Fue muy lamentable que un tema de derechos humanos tuviera divido al pueblo de Guerrero, entre gritos y ofensas, nunca será la vía, la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación ya tenía jurisprudencia al respecto para hacer valer este derecho, amén de no poner a mujeres injustamente en las cárceles por ese hecho penado. No desgastar a las partes ni confrontarlas afuera, hubiese sido mejor, si la idea ya estaba consensada. Ahora que es ley, como un tema de agenda de género, continúa generar las mejores condiciones y estará la tarea más fuerte.