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Articulos El Guerrero 4 noviembre, 2022 (Comentarios desactivados) (168)

El anarquista en la Revolución

Sergio Lugo

Ricardo Flores Magón murió (o fue asesinado), el 21 de noviembre de 1922, en una cárcel en Leavenworth, Estados Unidos. Fue un anarquista precursor de la Revolución Mexicana.

El escritor Armando Bartra y el diputado Fernández Noroña presentaron material sobre él, en la pasada Feria del Libro del Zócalo de la CDMX.

El primer libro que mostró Bartra, de su autoría, se titula Magón, un anarquista en la Revolución Mexicana; editado por el FCE (con Paco Taibo II al frente), pertenece a la colección Vientos del pueblo.

De pocas páginas, es una biografía general sobre Flores Magón, sirve para que cualquier lector pueda adentrarse a la vida y obra del oaxaqueño.

El escritor también presentó otro libro llamado sobre Ricardo Flores Magón, la obra se titula La revolución magonista, en coautoría con Jacinto Barrera, historiador, y organizador del archivo del periódico Regeneración. Fue editado por la Brigada para leer en libertad (la cual dirige Paloma Sáiz).

Este libro es más completo, se trata de una cronología narrativa de la vida del anarquista, haciendo énfasis desde su exilio a Estado Unidos, en 1904, hasta su muerte en 1922, en ese país.

Leyendo esos dos libros podemos constatar el aporte que le dieron Ricardo, y también sus hermanos Enrique y Jesús, a la lucha revolucionaria, previa al estallido de 1910 por Madero.

Primero, con sus publicaciones en el periódico Regeneración, así como en El hijo del Ahuizote y otros más.

El programa del Partido Liberal Mexicano (PLM), lanzado en 1906 por Ricardo y sus correligionarios, le dieron una bandera a su lucha contra la dictadura. Ellos recogieron las denuncias de varios mexicanos, que se las mandaron vía correo hasta Estados Unidos.

Ricardo estuvo viviendo en la miseria, huyendo de la policía en varias ciudades; de Laredo a San Antonio, y de ahí a San Luis, en Estados Unidos; después a Toronto y Montreal, en Canadá; para regresar a la Unión Americana, en El Paso, luego Los Ángeles, San Francisco, Sacramento y de nuevo a Los Ángeles.

A mediados de 1900, los clubes liberales que se organizaron en varias partes de México sirvieron bastante para que la gente se preparara rumbo al estallido de la Revolución.

Los ideólogos eran, aparte de los hermanos magonistas, Librado Rivera, Juan Sarabia, Antonio Villareal, Práxedis Guerrero, Camilo Arriaga (su tío abuelo fue el liberal Ponciano Arriaga), entre otros, aunque tenían diferencias tácticas entre ellos. Así como varias mujeres que aportaron sus recursos para los clubes y la impresión de los periódicos.

Bartra considera que Flores Magón buscaba una revolución social, y no solo política, como Francisco I. Madero, quien simplemente quería cambiar de presidente, es por eso que Ricardo siempre desconfió del hacendado de Coahuila.

En cambio, Ricardo sí miró con simpatía la lucha agraria del Ejército Libertador del Sur, de Emiliano Zapata, incluso su grito “Tierra y Libertad” era magonista y al mismo tiempo anarquista.

Por otro lado, el diputado Gerardo Fernández Noroña, junto con Diego Flores Magón, presentaron el políptico, segunda y tercera épocas, de una edición facsimilar del periódico Regeneración, editado por el Consejo Editorial de la Cámara de Diputados Federal, el cual preside el legislador por el PT.

La recopilación y organización estuvo a cargo de Diego, bisnieto de Enrique Flores Magón.

“No es posible predecir, hasta dónde llegarán las reivindicaciones populares en la Revolución (Mexicana) que se avecina…Ya sería un gran paso hacer que la tierra fuera propiedad de todos… Que no haya uno solo que deje de secundar el movimiento, lanzando… este grito supremo, ¡Tierra y Libertad!”: RFM, 19 de noviembre de 1910.