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Cultura El Guerrero 29 diciembre, 2022 (Comentarios desactivados) (134)

Los vestigios del Mikve en Juliantla, Taxco, son reconocidos por el INAH

En un comunicado, admitió la importancia de dicho baño ritual judío

Raymundo Ruiz

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reconoció los vestigios del baño ritual Mikve de la comunidad judía del siglo XVI en el poblado de Juliantla, municipio de Taxco, como un bien cultural e histórico que ha sobrevivido casi 5 siglos.

Admitió que a finales de esa centuria, existía una importante comunidad de “cristianos nuevos en la ciudad”.

A través de un comunicado, el INAH dio a conocer que “durante la última década, los vestigios en buen estado de conservación de un baño ritual judío que data del siglo XVI, han puesto los reflectores sobre Juliantla, localidad del municipio de Taxco, Guerrero, donde el arqueólogo Diego Martínez Serrano ha llevado a cabo temporadas de campo para documentar este bien cultural, el cual ha sobrevivido al paso de casi 5 siglos”.

En el documento, el instituto destacó que “los resultados de las investigaciones de Martínez Serrano, vertidas en su tesis de maestría realizada en el posgrado de Arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, fueron presentados en la cuarta sesión del VI Coloquio de Arqueología Histórica, y en que destaca que mediante levantamientos de fotogrametría se determinó que la fosa mide 2.5 metros de diámetro y 2 metros de profundidad, mientras que las dimensiones del bautisterio son de 6.5 por 7.11 metros de diámetro, y una altura (del punto más bajo al más alto) de 4.43 metros, más una escalinata de 1.25 metros”.

El arqueólogo detalló que “la Mikve (espacio donde se realizan los baños de purificación que prescribe el judaísmo) se localiza en la plaza de Juliantla, y desde siempre se le ha conocido como “el baño de los judíos”.

Esta área “se compone de un pozo para el bautisterio, y del lado derecho se halla una cúpula de piedra de 1 metro de diámetro, que a su vez cubre una fosa que contiene el agua de lluvia que alimenta el baño mediante un conducto”.

La Mikve de Juliantla “cumple con las especificaciones que sobre estos espacios ordena la ley judaica, según la cual debe ser la primera construcción al fundarse una comunidad o judería, incluso, antes que una sinagoga”.

De esta manera, contrastando “el dato arqueológico con la información documental, Diego Martínez fue desenterrando un aspecto novedoso de la historia y las costumbres que rodean a la ciudad minera de Taxco, ya que el judaísmo fue una práctica perseguida durante el periodo colonial”.

“Fue posible entender que la idea de pureza y santidad de esta comunidad estuvo sustentada en símiles bíblicos, como los referentes al profeta Esdras y el patriarca Jacob, buscando reforzar sus creencias con la construcción de esta Mikve en Juliantla, alejada de sus propiedades para no ser descubierta, pero también cercana para limpiar su alma”, expuso.

Con base en la historiografía previa, la cual da cuenta de las familias asentadas en la ciudad durante el Virreinato, el investigador ubicó a aquellas de origen judío que se ocultaron para evitar al Santo Oficio; varias eran propietarias de haciendas de beneficio minero y pertenecían a núcleos familiares en común.

Por lo que consideró necesario poner en valor la Mikve de Juliantla, “siendo necesaria una prospección geofísica con radar de penetración en sus alrededores, además de excavaciones controladas, tanto en este sitio como en las haciendas, en busca de elementos materiales asociados con las actividades de los cripto judíos”.