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Articulos El Guerrero 31 mayo, 2023 (Comentarios desactivados) (144)

Norma Otilia, a tiempo para mejorar los servicios de la capital

Isidro Bautista Soriano

Norma Otilia Hernández Martínez, presidenta municipal de Chilpancingo, debería darse tiempo para atender de la mejor manera posible el problema de los embotellamientos vehiculares, y constituirse en un gobierno verdaderamente de servicios, por el que, sin lugar a dudas, ganaría más simpatías.

Es bien sabido que los ayuntamientos han sido y son insuficientes para resolver las cada vez más demandas de obra, pues el recurso del que dispone se va casi por completo al pago de la nómina, por lo que básicamente su función es sobrellevar la prestación de los servicios, y hasta eso, siempre con dificultades por la adquisición de los insumos, como las lámparas del alumbrado.

Además, hay ciudadanos que pudieran llegar a pensar en el hecho de que el problema del embotellamiento vehicular no es atendido intencionalmente para acaparar ingresos por las multas.

Y así seguramente ha de ocurrir en los otros municipios de Guerrero ante la difícil situación financiera por la que han atravesado por trienios.

En la ciudad de Chilpancingo no hay suficientes discos o letreros de “prohibido estacionarse”, y los que hay, casi no se ven por su deterioro o las ramas de los árboles, al igual que las rayas del piso, y el conductor no se da oportunidad de cerciorarse, ni el agente de Tránsito para retirarlo, ya que eso implicaría dejar de percibir un ingreso extra en su salario por concepto de comisión.

En otros casos, hay muchas calles y avenidas en las que bien podría tolerarse el estacionamiento en ambos sentidos sin afectar la circulación.

El usuario pierde tiempo al buscar área autorizada, de tal manera que innumerables veces no tiene otra alternativa que infringir el reglamento, toda vez de que están saturados hasta los estacionamientos públicos, que han representado un negocio bastante atractivo.

Tampoco se observa a la autoridad con el retiro de los apartados en que incurren los particulares para prácticamente adueñarse de la vía pública, lo que orilla también al automovilista a estacionarse en lugar prohibido.

Este martes 30, aproximadamente a las 14 horas, una señora de unos 60 años de edad, al pagar la infracción, se dirigió con respeto a la cobradora de la ventanilla visiblemente molesta diciéndole que hay mala fe en esa institución, específicamente de los agentes, para levantar infracción.

Sería saludable que se instalaran módulos para cobrar no sólo en el cuartel de Tránsito, y también instalar terminales para las tarjetas bancarias, así como ampliar el horario desde las 8  y no desde las 9:15 horas, porque las circunstancias económicas de los gobiernos municipales lo ameritan, como el público para ser mejor atendido.

Lo mismo debería ocurrir para hacer público el reglamento. Con las anteriores administraciones, en el reverso de la boleta de infracción aparecía el monto a pagar. Con el gobierno de Hernández Martínez ahí se anuncia que hay descuento si lo cubre en determinado plazo, sin una exhortación de evitar la multa o de señalar algún buzón de quejas.

Ojalá la señora presidenta municipal llamara a sesión de Cabildo para hacer un análisis de esta situación, que ha empeorado cuando el infractor se cerciora de que el monto de la multa es el doble del año pasado, contenido en la Ley de Ingresos 2023, propuesto como iniciativa de ley al Congreso local por el ayuntamiento que ella encabeza, y del que tampoco se ha dado la debida difusión.