Hace 12 años comenzó como un intento desesperado por atraer turistas

Rodolfo Valadez

Lo que hace 12 años comenzó como un intento desesperado de los prestadores de servicios en Bahías de Papanoa, en Tecpan, por atraer al turismo que se alejó por el clima de inseguridad que había en el país, hoy se ha consolidado como uno de los mejores destinos turísticos de Costa Grande y Guerrero.

Desde que los miembros de la Asociación de Hoteleros y Restauranteros de Bahías de Papanoa convocaron a su primera conferencia de prensa en 2011en el restaurante La Fogata, en Tecpan, el número de hoteles y restaurantes en las playas Ojo de Agua, Puerto Escondido y Puerto Vicente Guerrero, se multiplicó aceleradamente gracias a la afluencia de visitantes a sus destinos de playa.

Un ejemplo es Puerto Vicente Guerrero, donde en aquellos años existían solamente cuatro restaurantes y ningún hotel, actualmente hay más de 20 restaurantes y cuatro hoteles, y es uno de los lugares favoritos de la gente los fines de semana, recordó Guillermo Catalán Martínez, actual presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes Bahías de Papanoa.

En el caso de Ojo de Agua, abundó, en 2011 existían solamente siete u ocho restaurantes a la orilla del mar, el hotel Bogavante y varias habitaciones en el restaurante Monserrat; hoy 15 hoteles ofrecen hospedaje a los turistas y más de 14 ramadas sus alimentos, sin dejar de mencionar que también las playas Cayaquitos y Puerto Escondido se consolidaron en la preferencia de los visitantes.

En entrevista, contó que en aquel año eran pocos los prestadores de servicios que creyeron que se podían hacer las cosas y trabajar en el desarrollo de la zona, lo que se logró en gran medida gracias al apoyo de los periodistas locales y los medios de comunicación que le apostaron a ayudar a los turisteros del municipio, a la par del surgimiento de las redes sociales que son fundamentales para que la gente conozca estos destinos de playa.

Juegos inflables y hamacas dentro del mar, atracciones acuáticas y música viva todos los días, son algunos de los atractivos surgidos de la creatividad e ingenio de los dueños de los negocios que han resultado ser un verdadero imán para la gente que continuamente abarrota las playas, “una situación que hace 12 años era impensable para quienes trabajaban en la zona, sin embargo, hoy es una realidad que también ha tenido éxito económico, porque genera decenas de empleos a los habitantes del área de Papanoa”, asentó el restaurantero.