Manuel Nava 

Se dice que el s para todo mal mezcal y para todo bien también, fue una creación de Eulalio Ferrer Rodríguez, un mercadólogo español inmigrado en México tras la Guerra Civil en aquel país. El fandango mezcalero fue galardonado como el mejor producto internacional en la Feria Internacional de Turismo. La cuestión de peso radica en que, más que una nota alentadora, es importante conocer la participación del mezcal en la economía guerrerense. Por un lado en las zonas biocultural que aprovechan los agaves existen relaciones multidimensionales y multiescalares que van mucho más allá de lo mercantil, desde relaciones culturales y sociales que se intensificaron a partir de la producción del mezcal. Y es que los medios de producción del mezcal están en manos de familias o comunidades mientras que en otras entidades, las destilerías mantienen relaciones de sumisión ante grandes marcas de bebidas o corporativos internacionales. Desde 1994 a la fecha, en Guerrero el gobierno impulsa la producción mezcalera, pero durante la época colonial y en la republicana, se perseguía a los mezcaleros y se prohibió la actividad debido a la entrada de bebidas importadas ya que las tradicionales y locales no generaban ingresos a las haciendas. Los usos del maguey entre los naturales, como la elaboración de endulzantes, jarabes, aprovechamiento de las fibras para hacer textiles, el consumo del corazón y las pencas, aunque no se habla del aprovechamiento para elaborar mezcal. Están asentados en las relaciones geográficas de la Nueva España en el siglo XVI ubicando a poblaciones como Ixcateopan o las Minas de Zumpango (ahora Zumpango del Río), en el norte y centro de Guerrero con uso diverso de la bebida. En la época actual, la producción de mezcal en nuestra entidad se da a través de entre 350 y 380 destilerías, de las cuales la mayoría están en manos de familias y comunidades, siendo muy pocas las particulares, no más de cien. Las primeras producen de tres a cuatro millones de litros al año, sin embargo, solamente se certifican alrededor de mil 200 litros porque son pocas las marcas certificadas y la mayor parte están en la informalidad. La obtención de la bebida se realiza en más de 80 localidades ubicadas en 18 municipios de las regiones Centro, Costa Grande, Tierra Caliente, Norte y Montaña. Su cultivo se realiza en suelos delgados y de pendiente pronunciada, limitantes para otros cultivos, coadyuvando a la conservación de los suelos. En síntesis, la dimensión de esta industria se muestra en los datos siguientes: se comercializan anualmente aproximadamente 1.4 millones de litros de mezcal, producidos por 775 productores de maguey y 450 productores de mezcal en 450 fábricas. En 1994 se otorgó la protección de Denominación de Origen “Mezcal” a Guerrero, entre otros estados, lo cual se extendió a una protección mundial en 1995 por medio de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, con sede en Ginebra, Suiza. Guerrero es reconocido como el segundo mejor productor de mezcal artesanal más importante de México. Su producción alcanza 1.5 millones de litros al año, equivalentes a 180 millones de pesos. El mezcal guerrerense es reconocido por su excelente calidad y característico sabor gracias al agave Cupreata.