Mayra Martínez Pineda *

Está documentado en la mayor parte de las incidencias, que los delitos de violencia de género en contra de las mujeres suceden en horarios nocturnos o fines de semana, que los agresores son casi siempre rostros conocidos y que será difícil para ellas denunciar, será doloroso, y habrá duda de denunciar, porque no se está frente a un delincuente común o desconocido, sino frente a alguien con quién emocionalmente se estableció un lazo y además la mayoría de las víctimas de violencia no sabrán cómo reaccionar ni a dónde acudir.

Tendrá que salir ella de su hogar para estar a salvo, con hijas e hijos si es el caso, tendrá que buscar una red de apoyo, porque aún cuando tendría que ser todo lo contrario, y el agresor tendría que ser el que se fuera, él da por hecho que es su dominio y entonces ella tendrá que empezar ese peregrinar en búsqueda del acceso a la justicia.

Los niveles de violencia de género en antaño no eran diferentes a los de ahora, la diferencia estriba en que los tiempos han dado oportunidad de darles un lugar en los códigos penales, sin embargo, si no se garantiza la perspectiva de género en quienes son primeros respondientes, habrá revictimización, violencia institucional o lo que puede ser peor, nula respuesta.

Coincido con Edna Jaime, cabeza de “México Evalúa”, cuando dice: “cuando una mujer toca la puerta, el estado debe hacerse responsable”.

Edna Jaime, y la Iniciativa Spotlight, de ONU Mujeres, presentaron el documento Cada una cuenta. El desafío de los datos sobre violencia contra mujeres y niñas en México; son cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, son datos importantes, en un esfuerzo que llevan haciendo las instituciones en el país por lograr documentar esas historias que se vuelven estadística y que en su mayoría, sólo quedan ahí. Informaron que 809 mujeres fueron asesinadas por razón de género, de enero a octubre de 2021 y que las violaciones crecieron 30 por ciento.

La violencia sexual sigue al alza, es tremendo el tema desde que puede hacerse una simple búsqueda de datos en los portales oficiales, por ello mejorar la respuesta de las instituciones es urgente, eliminar por ejemplo la prescripción de estos delitos, incluido el de feminicidio, es una gran impotencia para las mujeres víctimas de violencia salir huyendo y siendo ellas mismas tratadas como criminales, sin ninguna garantía, porque además siempre hay duda de su dicho y hay que llevar testigos, mostrar las evidencias, en medio del dolor.

Spotlight es un programa piloto, único en Latinoamérica, la Unión Europea la favorece con recursos económicos porque desean que nuestros países superen este mal como un tema de derechos humanos; México tiene sólo algunos estados en el programa, entre ellos Guerrero, por la sensibilidad de los casos acontecidos de feminicidios. Conozco a profundidad los antecedentes, por ello coincido con Edna, y sus palabras deben hacer eco en la memoria colectiva, cuando una mujer toca la puerta, el estado debe hacerse responsable, las instituciones están obligadas, no es un tema de ella, y no es una frase suelta el decir “que no está sola”, es una consigna hecha para darle las herramientas que necesita para romper el círculo del miedo, y lograr su derecho, porque fue lastimada y se cometió contra ella un delito, porque el Estado debe ser garante de darle justicia y es responsable.

* Maestra en prevención de violencia de género por la Universidad de Salamanca, España